quinta-feira, 26 de julho de 2012

Iraque: resumo da ópera

Chegaram lá, destruíram tudo e foram embora.


Impossível afirmar que o Iraque hoje está melhor do que estava com Saddam. Obrigado Ocidente...

quinta-feira, 12 de julho de 2012

Frase que bolei (muito boa)

"Deus está morto."

- A arma que o matou hoje ocupa seu lugar!

¿Perderá sus valores tradicionales la nueva clase media brasileña?

Texto interessante, de um blog do jornal espanhol El País.


Clique aqui para ver no original.


  Por: Juan Arias
Millones de ex pobres están llegando al puerto de la clase media en Brasil. Y existe una preocupación. Esa nueva clase media baja, que por primera vez puede acceder a los bienes esenciales de consumo, ¿conservará los valores que siempre caracterizaron a la vieja clase media tradicional?
Se dijo siempre, que la clase media brasileña era, en el mundo de los valores, mejor que sus políticos y por supuesto, mejor que el 5% de ricos que acumulaban el 90% de la riqueza del país.
Ahora, sin embargo, en Brasil existe un fenómeno nuevo: 30 millones han pasado de la pobreza, de no tener nada, ni gas para cocinar, ni nevera, ni televisión ( en muchos pueblos aún se la tiene que ver en las plazas públicas), ni moto, ni estudios, a una posición más humana.
La pregunta, sin embargo, que preocupa y angustia a sociólogos y psicólogos así como a los formadores de opinión, es qué valores empieza a revelar esa nueva clase media, fascinada por el consumo de bienes de los que nunca pudo disfrutar.
Para poder responder a esa pregunta es necesario hacer una anterior: ¿cuales eran los valores de la clase media brasileña, que para cierta izquierda era sólo expresión de una cierta burguesía, que había renegado de los llamados “valores del proletariado”?
Según ha escrito Marcos Aguines, en el diario La Nación de Argentina, las clases medias de América Latina, al revés de algunas europeas, comenzaron, tanto en el campo como en la ciudad, a crear valores que se apoyan en tres culturas: “la cultura del trabajo, la cultura del esfuerzo y la cultura de la honradez”.
La cuestión es si hoy esas nuevas clases medias, que en realidad son familias que han salido de la extrema pobreza y aspiran a ser clase media, van a heredar esos valores fundamentales de la vieja clase media o si, acabarán perdiéndolos contaminados por la cultura de una política y financiera cada vez más degradada en su función ética, donde lo que resalta es la corrupción, la ganancia fácil e ilícita, la ausencia de ética, en una palabra.
Según el sociólogo brasileño, Fernando Henrique Cardoso, a pesar de que la nueva clase media, con mayor acceso a la información se da cuenta de que la política “es cada vez más un juego en el que todo vale, en el que la moral cuenta menos que el resultado”, es posible y deseable que continúe con sus valores de ayer, estimulada por la enseñanza, los medios de comunicación y los valores típicamente familiares.
Según Cardoso, Brasil ha mantenido en su clase media, la cultura heredada de los emigrantes que dieron ejemplo de “esfuerzo en el trabajo” para preparar una vida mejor para sus hijos. Ellos hicieron realidad el hecho de que el dinero se gana con sudor, con esfuerzo y con honradez y no con el robo y la corrupción.
Hay quien pueda ver en estos tres pilares de la clase media brasileña: trabajo, esfuerzo y honradez, valores conservadores por hacer parte de un patrimonio tradicional.
Sin embargo, considerados los tiempos en que vivimos, en los que los políticosy financieros se jactan de enriquecerse sin esfuerzo y no tienen escrúpulos en hacerlo hasta apoderándose del presupuesto para la merienda de los niños de las escuelas pobres, es difícil tachar de conservadores a quienes aún creen en la honradez que les enseñaron sus padres y que creen que no es cierto que todos tenemos un precio.
Hace tres días, dos mendigos que viven en la calle en Sâo Paulo entregaron a la policía una bolsa con 20.000 reales (unos 8.000 euros) encontradas en el suelo, abandonada por unos asaltadores.Y en el momento en que escribo este post,  el famoso senador Demostenes Torres, acaba de perder su escaño acusado de haberse enriquecido con sus connivencias con un empresario de juegos ilícitos.
No me cabe duda que la clase media, la vieja y la nueva, está más cercana, a los valores de la pareja de mendigos, que a la del senador estafador y corrupto.

A solução para o Paraguai

Nessas últimas semanas andamos vendo o controverso processo de impeachment que destituiu do cargo Fernando Lugo. Em uma votação fácil, Senado e Câmara resolveram tirá-lo da presidência.

Foi algo mais ou menos como "não quero você aqui, tchau" . As justificativas para a ação não foram muito razoáveis e nem deram tempo para Lugo preparar uma defesa.

As coisas seriam mais fáceis se o sistema de governo fosse o parlamentarismo. No caso paraguaio, não seria possível Lugo ser mandatário sendo que seu partido não tem força nenhuma no Legislativo.

Ao menos assim as pessoas possam entender que para a política funcionar deve haver um mínimo de coordenação entre Executivo e Legislativo!

Como escreveu Lourival Sant'Anna para o Estadão: a democracia paraguaia "foi atropelada, uma vez que o presidente não teve oportunidade de defender-se e ficou claro que perdeu o mandato apenas porque não tinha apoio no Parlamento. O que é natural no parlamentarismo não é suficiente no presidencialismo."

Talvez possamos inculcar essa verdade óbvia na cabeça dos eleitores ao mudarmos para o parlamentarismo. Assim teríamos menos populismo e uma maior fluidez Legislativo - Executivo.